sábado, 24 de octubre de 2009


CÓMO me hubiese gustado verte de jóven, García, CÓMO.

Genio de todos los tiempos.

jueves, 22 de octubre de 2009

Finjo, siempre finjo, qué tontita.
La cuestión es que finjo, señores. NO soy Eva, no soy la primer mujer de todas. No existió Eva, carajo. Y así hubiese existido aunque eso me sea plácidamente imposible, así hubiese existido no soy ella. Por ende, finjo, imito, me hago la que, pero no.
Me subo a un colectivo, saco el boleto, me siento, cedo el asiento, me hago la boluda, me bajo. Bostezo. No bostezo por el sueño. Todo socialmente estructurado, ¿comprendés? Todo. No es el sueño, es el ámbito, es finjir, siempre finjo, señores.
Me tapo la boca, levanto mi brazo, con el otro me agarro el bolso, mochila, lo que fuese. No importa. Está todo total, plena y fríamente calculado, todos los movimientos, todo, bostezar no me es natural, en absoluto. Al menos no en la calle.
Las manos, otro tema, qué calamidad. Me toco el pelo, me lo acomodo. "Me lo acomodo", no sé si quiero acomodármelo, pero si no me lo toco quedan inertes, pensalo, flojitas al costado del cuerpo y eso no me va; me toco la cara, siempre lo hago. Nada es natural, siempre pienso en cómo lo ven, si cómo quedo, si miran. Siempre.
The Truman.
The trauma.
Palabras, teatros, escenarios, como las palomas, manos, sordos, mundo, leer, charlar, callar, nuditos, contamíname, cuentos, aprender, desamparada, confuso, miedo, todo, todo, todo.
Todo.
Mi vida.
Como las palabras que van y vienen sin caminos ni delimitación de espacios, nada de eso.
Como los silencios que quedan quietos, más bien quietitos, ni se mueven..., creando espacios diferentes cada vez.
Como también los hombres... Hombres que, dependientes de su materialidad, rompen con todo y piensan más allá de la cadena que los ata.
Así lo quiero yo.
Que así sea.

jueves, 1 de octubre de 2009

Y creo que ya no podría hacer más que esperarte y pensar en vos. Si se me acabaran las imágenes, me sentarían bien las ilusiones y las cosas por venir. Me basta con pensar en vos, en cuando vuelva a verte y a sonreír para vos, por los dos.
Me basta con saber que estás en algún lugar pensando en mí, como yo.