miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nos pueden robar el alma, hasta los huesos. Pueden vendernos, traficarnos, pero no pueden robarse lo que soy.
Pueden comerciar, vender, comprar. Pueden perder, ganar, inventar guerras, pero pueden robarse lo que soy.
Se puede pedir que se cuente, que se calle. Se puede creer que se domina, se puede enloquecer, excluír, eliminar, pero no se puede detener el pensamiento. No se puede detener una generación que piensa en diferente. En diferente vamos. En diferente perseguimos y alcanzamos.
Se puede hasta matar, se puede asfixiar, se puede trasgredir, torturar. Se puede ser muy bestia..., no, que ni las bestias arrojan "presas" al mar. Lo siento mucho, pero los pensamientos saben muy bien nadar, pues éstos flotan, laten, crecen, quedan vivos, vivitos, intactos en otros cuerpos que así no lo quieren, que así no.
Somos ideas, ideas que están vivas. Estemos vivos y hagamos algo, alguito. Somos esos cuerpos que así no lo quieren, que así no.

1 comentario:

In the middle of nowhere dijo...

Genial, mientras pensemos no podrán derrotarnos! =)